lunes, 12 de mayo de 2008

jueves 8 de mayo de 2008


Comunicado CAM por detenciones en Chequenco


  • Repudian el encarcelamiento de sus hermanos y denuncian el hecho como una persecución política en contra de luchadores mapuche.

  • "Denuncian la cobarde actitud de las fuerzas policiales de amenazar de forma injustificada a menores de edad, (niños menores de cinco años) y mujeres indefensas apuntándoles en la cabeza con armas de guerra y proferir insultos racistas..."

  • Saludan también las acciones de recuperación de tierras iniciadas en Lautaro por comunidades del sector de Muko

Ante las últimas detenciones de hermanos mapuche de la comunidad de Chequenco en la comuna de Ercilla, la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco, junto con saludar las acciones de resistencia de nuestras comunidades, repudiamos el encarcelamiento de nuestros hermanos y denunciamos este hecho como una persecución política en contra de luchadores mapuche, por el sólo hecho de ser miembros de comunidades emblemáticas en sostener las zonas de control territorial y ser familiares directos del Longo Juan Ciriaco Millacheo, actualmente en la clandestinidad.
Denunciamos además la cobarde actitud de las fuerzas policiales de ocupación chilenas en el operativo, al amenazar de forma injustificada a menores de edad, (niños menores de cinco años) y mujeres indefensas apuntándoles en la cabeza con armas de guerra y proferir insultos racistas a estas personas, acción que no merece otro calificativo mas que de cobarde y que no busca sino producir terror, particularmente en nuestros niños.
Como ocurrió en enero, tras el asesinato de nuestro weichafe Matías Catrileo, con varios simpatizantes de nuestra digna y legítima lucha, una vez más el gobierno hecha mano a su “inteligencia” para detener inocentes y así mostrar resultados a sus patrones, el empresariado capitalista, ante el último sabotaje realizado por los órganos de resistencia de nuestras comunidades en lucha. Con este nuevo show mediático los bufones de gobierno intentan deleitar a la elite empresarial que ven amenazados sus intereses en Wallmapu. Con este circo los bufones del capitalismo, intentan ocultar su incapacidad operativa para detener el avance del movimiento mapuche autónomo y consecuente, desdeñando una verdad irrefutable; que a más injusticias suma el gobierno a su haber, mayor es la rebeldía que se anida en el corazón de nuestro pueblo y que el incremento de la represión solo cierra puertas a una solución política al conflicto.
Saludamos también las acciones de recuperación de tierras iniciadas en Lautaro por comunidades del sector de Muco que denuncian la usurpación de sus tierras ancestrales por parte del latifundista y oscuro personaje fascista Pablo Herdener, cuya familia de usurpadores es conocida en la zona por su racismo antimapuche.



Weuwain pu peñi pu lamngen

Amulepe newentuaiñ

Marri chi weuwaiñ

Coordinadora de Comunidades Mapuche en Conflicto Arauco MallecoWallmapu

mayo 08 de 2008

viernes, 2 de mayo de 2008

martes 29 de abril de 2008

Guerra Sucia en Mehuín


Por: Juan Guzman Tapia

Aquí están en juego el orden público, la tranquilidad y la vida de los habitantes de Mehuín; además, el derecho de vivir en un medio ambiente libre de contaminación.

Los hechos en Mehuín sorprenden por la violencia desencadenada entre dos bandos que, hasta hace unos meses, eran cercanos. Pero ahora sus posiciones parecen irreconciliables. Hemos sido testigos de una invasión con piedras, hachas y palos a la sede del Comité de Defensa del Mar, en Mississippi, y de personas que por esa acción resultaron lesionadas. El ataque de pescadores artesanales que en 2007 llegaron a un acuerdo de asistencia recíproca con Celco por nueve millones de dólares (en total), marca una fuerte división entre la gente de la zona. Mientras unos se oponen a la decisión de la celulosa de construir un ducto que evacue los desechos de su planta en Mehuín, en el mar, otros apoyan hacer un estudio de impacto ambiental que vea la viabilidad del proyecto.

Este acuerdo, ante estos hechos, perseguía un propósito que ahora se materializó: enemistar a las comunidades entre sí. ¿Aparte de Celco alguien saldrá airoso de este negocio? Las agresiones son ejemplo de la enemistad que se perseguía concretar. Hemos escuchado las denuncias de mujeres de la cocinería de la Agrupación Agro Turística Lafkenche, ilegalmente privadas de su libertad por adherentes a Celco. Se suman las amenazas de muerte a algunos dirigentes, como Boris Hualme, y la presencia desmedida de carabineros que, lejos de ayudar a dar seguridad, están para proteger a los agresores.

Hace poco se interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valdivia en favor de 51 adultos y 20 menores, que pretende salvaguardar el derecho a la vida, a la integridad física y síquica y a la seguridad individual de los habitantes de Mehuín, Mississippi, Maiquillahue, Chanchán y Quillalhue. Hace unos días, como director del Centro de Estudios de DDHH de la Universidad Central, me reuní con los pescadores de Mehuín amedrentados. Ahora analizamos el inicio de acciones judiciales. En medio de este violento conflicto, ¿dónde están las autoridades? ¿Por qué guardan silencio? La Presidenta Michelle Bachelet habló de trabajar por un nuevo pacto social y hacer de Chile un país orgulloso de su multiculturalidad. La relación entre el Estado y las comunidades indígenas debe ir más allá de los discursos y traducirse en acciones concretas que contribuyan a restituir las confianzas. El silencio, en nada ayuda.

La confianza no se reconstruye con frases como la del intendente Iván Flores: "Lo que una empresa privada acuerde con otros privados está en el ámbito de lo privado y el Gobierno y el Estado no pueden intervenir". Flores no ha captado al parecer que este conflicto dejó de ser un simple acuerdo entre privados. Se está ante una guerra sucia en que los adherentes a Celco abrazan la violencia para proteger intereses de la empresa. Comparto la declaración del vocero del Comité de Defensa del Mar y werkén lafkenche, Boris Hualme: "Lo dicho por el intendente demuestra el doble discurso del Gobierno. Repite lo mismo que viene diciendo el Gobierno a lo largo de todo este conflicto: aquí no pasa nada, bajándole el perfil a la gravedad que tiene. Cuando dicen que esto es un conflicto entre privados se demuestra que no tienen ninguna intención de hacerse cargo de este conflicto".

Aquí están en juego el orden público, la tranquilidad y la vida de los habitantes de Mehuín; además, el derecho de vivir en un medio ambiente libre de contaminación y la preservación de especies para el sustento de muchos habitantes de la República.